Eutanasia
La escritora Malú Sierra en su carta expresa que su hermana vive sus últimos días hospitalizada en condiciones de gran sufrimiento, que la obligan a seguir sufriendo, y que una de sus cuidadoras afirma que en este país no podemos hacer nada, porque no existe la eutanasia y menos en un hospital público. Ante estas afirmaciones, junto con expresar sentimientos de comprensión y compañía a Malú y a su hermana, es necesario aclarar conceptos.
La medicina tiene como fin ayudar a los enfermos, curar enfermedades cuando es posible y cuidar siempre, aliviando el sufrimiento y favoreciendo una muerte digna. Podemos siempre hacer mucho por los enfermos terminales y por sus familiares, mediante cuidados paliativos, tratamiento de sus síntomas, acompañamiento y cuidado espiritual. Esto es un deber profesional y resulta un error pensar que no podemos hacer nada o que este deber sea diferente en hospitales públicos o privados. Ante pacientes agónicos, la mejor respuesta no es eliminarlos por compasión; lo que corresponde es permitir su muerte a causa de su enfermedad, limitando tratamientos desproporcionados o fútiles que prolonguen indebidamente el proceso de morir.
No se trata de un «no hay nada más que hacer» o de un abandono, sino de un hacer todo lo que ayude a morir sin dolor, sin angustia y acompañado por sus seres queridos. No necesitamos eutanasia en este país, sino mejorar el cuidado de los pacientes terminales.