Los desafíos de los sistemas POS
La oportunidad de innovar al momento de trabajar sistemas de pago electrónicos es infinita: acceder a medios de pago electrónicos como tarjetas de crédito, débito, transferencias electrónicas, portales de pago en internet y medios de prepago son formas de inclusión financiera, aunque la gran deuda de innovación en nuestro país radica en que todavía los teléfonos móviles no son considerados, justamente, instrumento de pago.
La evolución de estos modelos ha traspasado la barrera del computador llevando al comercio electrónico a teléfonos celulares y tablets, ampliando la noción del e-commerce al m-commerce.
El que en Chile existan más de 27 millones de teléfonos móviles -según lo cifra la SUBTEL- conlleva a la oportunidad que los celulares podrían ser una herramienta efectiva para la masificación de medios de pago electrónicos, considerando el factor de la alta penetración en todos los segmentos de la sociedad, por sobre el promedio mundial.
El avance de internet como plataforma para el comercio tiene como consecuencia el desarrollo del comercio electrónico, generando de esta forma oportunidades en el sector para proveedores de bienes y servicios.
El principal desafío es que los sistemas de pago deben evolucionar permitiendo facilitar y aceptar a través de un mismo medio, pagos para transacciones en línea a través de internet.
El pago móvil es una alternativa que implica el almacenamiento de fondos y permite usar un terminal móvil para transferir fondos o realizar pagos a terceros, usando dinero que ha sido prepagado. A nivel internacional, el desarrollo de los servicios financieros móviles no ha sido uniforme ya que en países con mayores ingresos es posible apreciar un desarrollo enfocado en el m-banking y el uso de los celulares como sistema POS, en zonas geográficas con menor nivel de infraestructura financiera, los pagos móviles con modelos de prepago y sistemas remotos tienen mayor penetración.
La Cámara de Comercio de Santiago, en su estudio sobre la economía digital, define como pago móvil a «un sistema de pago basado en tarjetas de prepago (como las tarjetas telefónicas)» y a un pago cargado indirectamente a la tarjeta de crédito del usuario, previa confirmación telefónica del pago.
Si se considera que los teléfonos móviles son parte fundamental de nuestra vida cotidiana, también hoy son parte de la vida financiera de las personas, es importante hacer un repaso a lo que ha sucedido en materias de pagos móviles en los últimos 8 años: en Estados Unidos se lanzó a fines de 2011 Google Wallet, donde el gigante tecnológico se asoció con Citibank y MasterCard y, a través del uso de la tecnología NFC, permite a los usuarios almacenar información de pago en la nube y pagar productos en comercios minoristas con apenas poner sus teléfonos en los POS.
Otros consorcios como Verizon, AT&T, T Mobile, Visa y American Express, entre otros, comenzaron por ese mismo año a pilotear un sistema también basado en NFC llamado Isis Wallet, que evolucionó -por un tema de nombre- en lo que hoy se conoce como Soft Card. Paypal y Visa también tienen una alianza y obviamente Apple no se ha quedado atrás con el recién lanzado Apple Pay.
¿Qué ha pasado en nuestro país? En materias de innovaciones sobre POS recién este año hemos visto avances significativos en la industria. Durante el segundo semestre de este año, el principal operador de tarjetas comenzó a ofrecer una solución que beneficia a pequeños comercios y emprendedores donde lo que se necesita es un teléfono celular con conexión permanente y un pinpad inalámbrico que permite realizar transacciones con tarjetas de crédito y con Redcompra.
La buena noticia es que salió un competidor al camino impulsado por BancoEstado, que también durante este año desarrolló Compraquí, un sistema de POS al que, de igual forma, se estarían sumando pequeños comercios y Pymes, así como también profesionales independientes. Esto abre una oportunidad para ampliar el mercado, ya que el precio del aparato y las comisiones por venta serían menores a las de Transbank.
Los principales desafíos que enfrenta la industria en nuestro país tienen que ver, por un lado, con que sigan ingresando actores al sistema que permitan emparejar la cancha en materia de inclusión financiera, considerando los sistemas m-banking como una alternativa segura y confiable a la hora de realizar algún tipo de transacción. Y, por otro lado, el desafío pasa porque el manejo de los datos y su privacidad sean confiables; así como también el resguardo del anonimato en la transacción y la seguridad en el uso de la información.
La evolución de estos modelos ha traspasado la barrera del computador llevando al comercio electrónico a teléfonos celulares y tablets.