Más democracia
Durante el gobierno de Sebastián Piñera impulsamos un paquete de iniciativas de ley destinados a mejorar nuestra democracia y modernizar el Estado, tales como la elección directa de Consejeros Regionales; la que facilita la realización de plebiscitos comunales; el proyecto que fortalece la probidad en la función pública y previene conflictos de interés al interior del Estado; la puesta en marcha de la inscripción automática y el voto voluntario, incorporando al padrón electoral a más de cinco millones de ciudadanos en su mayoría jóvenes; y el proyecto que regula el lobby para prevenir la influencia indebida de grupos de interés en la esfera pública; así como el que perfecciona y amplía la transparencia y el acceso a la información pública en los municipios.
Lamentablemente, la mayoría de estas iniciativas fueron bloqueadas por la oposición de entonces. A pesar de ello, logramos construir los acuerdos necesarios para sacar adelante el proyecto que establecía primarias voluntarias, simultáneas, vinculantes y con financiamiento público para la selección de los postulantes a La Moneda, el Congreso y los municipios.
Cuando promulgamos esta ley, el expresidente señaló que esta norma contribuiría ‘a generar mayor confianza en la política y las instituciones’ pues ‘no hay democracia sana con una política enferma’. Transcurridos cinco años, el exmandatario continúa pensando igual, y precisamente por esa razón, siempre estuvo dispuesto a participar como candidato en las primarias de Chile Vamos.
Una de las críticas más habituales que se expresaba en contra de los partidos políticos era que sus decisiones más importantes -como la designación de sus candidatos presidenciales-, se hacía entre cuatro paredes y a espaldas de la ciudadanía. La Ley de Primarias representó el comienzo del fin de aquella práctica y, por ello, es un hito en la historia republicana, pues profundiza nuestra democracia al fortalecer la representatividad, transparencia e intermediación que hacen las instituciones, como los partidos políticos, entre las demandas de las personas y el Estado. Las primarias también empoderan a la sociedad civil al convertir a los ciudadanos, sean militantes o independientes, en protagonistas y no meros espectadores del proceso democrático, permitiéndoles interpelar a los candidatos y conocer su pensamiento.
Asimismo, contribuyen al mejoramiento de la calidad del debate nacional al poner a los candidatos en la necesidad de exponer sus ideas y proyectos de cara a su electorado y al país en general. Además, en el actual escenario de voto voluntario es una herramienta muy útil para entusiasmar y movilizar a los electores para que participen en las elecciones.
Las primarias de Chile Vamos deben ser un ejemplo para todo el país de participación, diálogo respetuoso, amistad cívica y fortalecimiento de la democracia. Ello exige que todos sus candidatos compitan lealmente, con apego a la verdad y anteponiendo en todo momento la unidad y el proyecto de país que nos une: ¡Más libertad, justicia, solidaridad y progreso para todos los chilenos!