Inmigración y colusión
Los escándalos de colusión que hemos vivido han permitido traer una vez más de vuelta a Adam Smith y sus postulados que realzan la importancia de que los mercados funcionan bien. Sabemos que todas las personas (y los empresarios son parte del conjunto de todas las personas) estarán siempre sometidas a la tentación de llegar a acuerdos de precios y en ocasiones algunos sucumbirán ante esta tentación. Podemos apelar a la entereza moral, pero sabemos que esto no alcanza. Debemos establecer también un sistema que dé los incentivos correctos. Sabemos muy bien a esta altura que reglas claras, bajas barreras de entrada, promoción de nuevos emprendimientos, transparencia, son algunos de los objetivos que debemos buscar para cuidar el desarrollo de mercados competitivos, que son en definitiva los que traen progreso a las naciones.
Harvard Business Review publicó hace algunas semanas un artículo que se titulaba: ¿Por qué los inmigrantes son más emprendedores? El titular parece muy en sintonía con la discusión que hemos tenido en Chile, y el mundo sobre la inmigración. Hay muchas razones para defender la inmigración como algo positivo para los países, pero existen pocos argumentos tan potentes como el del emprendimiento y el aporte al desarrollo de mercados más competitivos.
Son varias las razones por las cuales los inmigrantes tienden a ser más emprendedores, por ejemplo por la autoselección a la hora de emigrar o porque la mirada intercultural es una fuente de oportunidades y de arbitraje (esto último es la tesis del estudio de HBR).
En Chile esto es evidente, es cuestión de mirar las empresas existentes; una parte muy importante de ellas fueron fundadas por inmigrantes. ¿Cuánto del desarrollo de Chile se lo debemos a inmigrantes del siglo XX?
Entonces, en pleno debate sobre por un lado la competitividad de los mercados y por otro lado el valor de la inmigración, podemos conectar estos dos temas y darnos cuenta que han sido los inmigrantes, aquí y en el mundo, una muy importante fuente de nuevos emprendimientos, los que siempre vienen a agregar más competencia a los mercados.
Tal como termina el artículo del HBR, la inversión en programas de atracción a inmigrantes emprendedores puede ser mucho más rentable socialmente que la construcción de muros. Start Up Chile ha sido un gran ejemplo de lo primero, mientras que de lo segundo estamos llenos de ejemplos (los muros no son solamente los físicos).
Una vez más la libertad, en este caso la libertad para transitar entre países, para cambiar de residencia, para emprender, es la base de la respuesta a parte importante de los problemas que enfrentamos como sociedad.