¿Por quién votar?
Este domingo viviremos las elecciones municipales más polémicas desde el retorno a la democracia.
Varios candidatos me han consultado en temas urbanos e invitado a conversaciones con vecinos que me preguntan por quién votar.
Por prudencia profesional me reservo el derecho al voto secreto y no hago campaña por nadie, pero comparto algunas recomendaciones cuando se enfrenten a la papeleta, o mejor dicho sábana, ya que en algunas comunas el número de candidatos supera el medio centenar.
La razón de tal dispersión no está en un renovado interés por el servicio público, sino más bien al fantasma del voto voluntario y eventual abstención.
Las coaliciones de izquierda y derecha entraron en pánico y decidieron disparar a la bandada presentando el mayor número de candidatos a concejales en lugar de hacer primarias.
Me consta que hasta el último día corrieron llamados ofreciendo a cualquiera ser candidato, bastaba tener ganas, tiempo y carisma, aunque sus ideas no fueran afines al partido.
No quiero decir con esto que un ama de casa, un profesional, una emprendedora o un profesor no sean idóneos para representar a la comunidad en el concejo municipal.
Lo que me aterra, es que muchos de estos candidatos no tienen la menor idea de los alcances, responsabilidades, limitaciones e importancia del cargo. Basta ver las promesas y slogans populistas de algunos, que van desde el clásico “elije calidad de vida”, “por una comuna más segura”, hasta aquellos más avezados que se comprometen a “una nueva comisaría”, “acabar con los tacos”, o incluso “Metro o Tranvía”.
Estas promesas generan expectativas y confunden roles, ya que muchas de esas decisiones son responsabilidad de otros organismos como Carabineros, el Ministerio de Transportes y no el municipio. Cosa de preguntarle al exalcalde Francisco de la Maza, que con todo su poder de gestión y recursos, ha luchado por una década en implementar un tranvía en Las Condes.
La gravedad de algunas promesas se acentúa cuando vemos candidatos pregonando “congelar el plan regulador”, o “erradicar a las inmobiliarias”.
Cualquier autoridad comunal sabe que ese tipo de amenazas lo único que hace es incentivar a las inmobiliarias a ingresar proyectos a las Direcciones de Obras Municipales para obtener permisos de edificación antes que entre en vigencia el congelamiento o modificación del plan regulador.
Acciones que además no son exclusiva facultad de un candidato, ya que deben contar con la venia del Concejo y las respectivas aprobaciones del Minvu y Contraloría.
Impresiona la displicencia de muchos ante el tema.
Los municipios son la primera línea de contacto de los ciudadanos con el Estado, y los efectos de una mala gestión inevitablemente tendrán impacto en nuestra calidad de vida.
¿Por quién votar entonces? Sugiero informarse quiénes son los candidatos bajando aplicaciones como Candidatos Municipales Chile 2016, o visitar el sitio CandidatoTransparente.cl , así conocer si han trabajado en servicio público o si han tenido cargos de representación local como juntas de vecinos, organizaciones sociales o al menos conocer sus propuestas y posición ideológica.
Debemos ir a votar. Pero votar informados y por alguien que cuente al menos con la experiencia y responsabilidad acorde con el cargo.