Liceos Bicentenario: Meritocracia e Inclusión Social
Hoy todos comentan que tres liceos emblemáticos perdieron la asignación de excelencia académica. Sin embargo, hay buenas noticias: Treinta Liceos Bicentenario obtuvieron dicha asignación para el periodo 2016-2017, demostrando el alto valor agregado que entregan a sus alumnos, pavimentándoles el camino hacia la educación superior. Es importante destacar que estos centros escolares trabajan con altas concentraciones de vulnerabilidad escolar, por ejemplo, el Liceo Bicentenario Indómito de Purén con un proyecto educativo orientado al Desarrollo Integral e Intercultural, trabaja con un 88% de vulnerabilidad social, un 63% de alumnos prioritarios y un 17% de descendencia mapuche. Éste es un liceo reconvertido, es decir, se transformó el antiguo liceo municipal, manteniendo a gran parte de la planta docente y a todos sus alumnos. Además en el SIMCE 2014 de segundo medio obtuvo 315 punto promedio entre Lenguaje y Matemáticas. Por tanto, los resultados antes descritos rompen el paradigma de que una educación de calidad es privilegio del sistema particular pagado.
Adicionalmente, un estudio de la PUC llamado “Análisis del Estado de Implementación del Programa Liceos Bicentenario de Excelencia (2014)” concluye que los resultados intermedios del programa han mejoradonotoriamente (retiro, asistencia, reprobación, variación de puntajes SIMCE y PSU). Más importante aún se constata que los Liceos Bicentenario están generando una revaloración y confianza en la educación pública. Por tanto, al fortalecer la educación pública (en un sistema con copago, selección y lucro), entregando una oferta de alta calidad, los padres modifican sus preferencias y trasladan a sus hijos desde instituciones particulares subvencionadas a las aulas públicas. En síntesis los Liceos Bicentenario se configuraron como un programa público que promueve la calidad escolar e inclusión social.
A pesar de la evidente e irrefutable evidencia empírica que respalda el éxito del programa, el gobierno de turno ha restado todo tipo de apoyo público para el fortalecimiento de los Liceos Bicentenario. Hoy no existe una coordinación nacional, por tanto, tampoco existen directrices, ni orientaciones, ni recursos para estos centros educativos que están haciendo historia al trabajar con una concentración de vulnerabilidad sobre el 60% y alcanzando logros significativos en sus resultados de enseñanza-aprendizaje.
El ser distinguido por el Sistema Nacional de Evaluación del Desempeño (SNED) significa que los Liceos Bicentenario son efectivos y superan sus resultados SIMCE comparados con sí mismos. Además se les reconoce un alto grado de innovación educativa, el mejoramiento de las condiciones de trabajo y la instalación de una visión que promueve la igualdad de oportunidades, la integración y participación de la comunidad educativa.
Por lo anterior, es posible derribar algunos mitos o prejuicios que recaen sobre el Programa de Liceos Bicentenario:
Las mejoras a la educación pública sólo podrán ser observables en un horizonte de muchos años plazo.
La falta de recursos materiales y económicos es un elemento determinante en el desarrollo de un buen nivel o desempeño escolar.
Sólo los grupos privilegiados con un alto capital social y/o económico logran obtener resultados valiosos en el desempeño educacional.
Los Liceos Bicentenarios solo explotan las competencias académicas de los alumnos, pasando a segundo plano la difusión de valores ciudadanos
A pesar de la evidente e irrefutable evidencia empírica que respalda el éxito del programa, el gobierno de turno ha restado todo tipo de apoyo público para el fortalecimiento de los Liceos Bicentenario. Hoy no existe una coordinación nacional, por tanto, tampoco existen directrices, ni orientaciones, ni recursos para estos centros educativos que están haciendo historia al trabajar con una concentración de vulnerabilidad sobre el 60% y alcanzando logros significativos en sus resultados de enseñanza-aprendizaje.
Más aún la Reforma de Inclusión Escolar transparenta las intenciones ideológicas de una parte de la Nueva Mayoría que insiste en eliminar cualquier mecanismo de selección que reconozca el mérito de los estudiantes, reduciendo las oportunidades de los jóvenes de nuestro país.