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Adopción de la factura electrónica en Chile y el mundo

 Marisol  Troncoso
Marisol Troncoso Académica Facultad de Economía y Negocios

Hoy en día la tecnología está al servicio de las empresas para contribuir a que los procesos sean más eficientes y seguros. Es así como se incorporó en el mercado el concepto de la factura electrónica, entendiendo a esta como una modalidad en la que no se emplea el papel como soporte para demostrar su autenticidad. Por eso, la factura electrónica es un archivo que recoge la información relativa a una transacción comercial, sus obligaciones de pago y de liquidación de impuestos.
El objetivo de este sistema es otorgarle validez legal tributaria a la factura electrónica como medio de respaldo de las operaciones comerciales entre contribuyentes y reemplazar con ello las facturas de papel. Esto permite obtener mejoras en los procesos de negocios de los contribuyentes, disminuir sustantivamente los costos del proceso de facturación y facilita el desarrollo del comercio electrónico.
En Chile, a partir del 1 de noviembre de 2014, la factura electrónica comenzó a ser obligatoria para las grandes empresas (con ingresos anuales superiores a 100.000 UF). Las pequeñas y medianas empresas con ingresos superiores a 2.400 UF y menores o iguales a las 100.000 UF, tendrán la obligación de usar factura electrónica desde el 1 de agosto de 2016 si son empresas urbanas; y el 1 de febrero de 2017 si son rurales. Las micro empresas tendrán la obligación con plazo hasta febrero del 2017 si son urbanas y febrero 2018 si son rurales.
Los desafíos que surgen para empresa es contar con la tecnología necesaria, esto quiere decir tener conexión a internet y certificado digital. Adicionalmente, que el personal contable de la empresa sea capaz de adaptarse a los cambios. Esto último es fácilmente alcanzable, ya que las alternativas que ofrece el mercado son muy amigables y de fácil comprensión y ejecución.
La tecnología de firma digital permite en la actualidad que se intercambien documentos electrónicos con la plena confianza de los usuarios, acerca de la identidad de los emisores y la integridad de los datos que contienen. La factura electrónica está dentro de la categoría de dicha tecnología, lo que brinda una mayor seguridad para la empresa.
A toda empresa independiente de su tamaño le conviene la facturación electrónica, ya que permite: aumentar la rapidez en cuanto al intercambio de operaciones comerciales, postergar el pago del IVA del día 12 al 20 de cada mes, lo que contribuye a aumentar su competitividad desde el punto de vista financiero, disminuir los costos de emisión y gestión de los documentos; y por último eliminar la posibilidad de ser sujeto de fraude.
Desde el punto de vista fiscal, la factura electrónica ayuda a reducir la evasión en el IVA debido a que la emisión de los documentos quedan registrados de manera digital y de esta forma es menos probable que el emisor pueda desconocer, postergar o subdeclarar sus ingresos por ventas. Desde la mirada de los créditos utilizados, servirá de base para comparar lo que se dice que se ha adquirido por parte de una empresa con lo que realmente se ha facturado por parte de su proveedor.
Teniendo en consideración que las formas de evasión más común del IVA son: la postergación de los débitos o la no inclusión de ellos en la declaración, la subdeclaración del débito, la sobreestimación de los créditos fiscales y la utilización de facturas falsas por parte de los compradores; con la implementación al 100% en las empresas del sistema de facturación electrónica en el año 2018, la fiscalización por medios remotos logrará reducir la evasión tributaria del IVA. Adicionalmente, se contribuye a la fiscalización del impuesto a la renta, ya que se podrán verificar los ingresos declarados en la renta con las ventas declaradas en la declaración de IVA.
En el mundo
La factura electrónica se encuentra en pleno proceso de expansión en todo el mundo. Latinoamérica se ha convertido ya en la más avanzada en este ámbito a nivel internacional, debido a las políticas fiscales que han llevado a cabo los gobiernos de los diferentes países.
Se puede citar a México, que tiene desde el 2014 la obligatoriedad del uso de ella para todos los contribuyentes. En Perú se espera completar el 100% de los contribuyentes en el año 2017 y en Chile en el año el 2018. El resto de los países de la región están en pleno proceso de adopción con altas tasas de aplicación.
Durante los próximos años se espera que la factura electrónica siga creciendo en todo el mundo y las políticas impulsadas por los países latinoamericanos ya se han configurado como un modelo a seguir para diversos países europeos y asiáticos.
Considerando los beneficios que otorga el sistema de facturación electrónica debieran ser cada vez más los países en el mundo que se sumen a su implementación, sin embargo queda el desafío pendiente de unificar su formato, ya que es diferente en todos los países. Un formato común contribuiría positivamente para las transacciones del comercio exterior entre los diversos países.

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