Otra brecha que necesitamos acortar
Los resultados de la PSU entre otros temas, evidencian un problema que desde hace tiempo se repite en nuestro país y, respecto al cual no han existido medidas concretas conocidas. La brecha de género que existe en los resultados es preocupante. Se requiere con urgencia, ahora que debiera comenzar a discutirse temas como la calidad en la educación, programas y políticas públicas que aborden esta diferencia notoria y preocupante.
De los estudiantes que rindieron este año la PSU, 152.384 fueron mujeres y 137.060 fueron hombres. Cualquiera pudiera pensar que siendo más las mujeres que la rinden más posibilidades hay de obtener puntajes nacionales. Sin embargo, la situación no fue así. De los 65 puntajes nacionales, el 89,2% corresponde a hombres y tan solo el 10,8% a mujeres. En la Región del Bío Bío hubo sólo una mujer que alcanzó el puntaje nacional.
Nos imaginamos que revertir la situación no debe ser fácil, y debe requerir tiempo y harto trabajo en aula y, como siempre ocurre en estos temas ello debe ir acompañado de un cambio cultural. Para tener en consideración que la brecha de género no sólo se presenta con los resultados de la PSU, podemos recordar que los resultados de la última prueba de Pisa rendida revelaron que las mujeres obtuvieron 11 puntos menos que los hombres en el promedio de todos los países de la Ocde, mientras que en nuestro país ellas obtuvieron 25 puntos menos.
Para quienes crean que la superioridad en resultado es innata de los hombres, debemos decirle desde ya que están muy equivocados. Un estudio de la Ocde plantea que las mujeres tienen menos confianza en sus conocimientos y capacidades. Por otro lado no podemos dejar de señalar que incide negativamente en los resultados más bajos de las mujeres, los estereotipos de género y expectativas docentes, como lo han declarado los expertos.
Un tema, sin duda interesante que debe ser abordado con urgencia y en forma seria por las autoridades respectivas, más aún si lo que se pretende es aumentar la participación laboral femenina, tener más mujeres en cargos de toma de decisiones y lograr la igualdad de salarios entre hombres y mujeres.
Esperamos el anuncio de las políticas públicas efectivas que permitan revertir la situación en los próximos años. Es sin duda una gran oportunidad que tiene nuestro país y, que esperamos la reforma educacional sea capaz de aprovechar.