Desaceleración ¿Un buen momento para emprender?
¿Qué tienen en común empresas como IBM, General Electric, Procter & Gamble y Uber? Ciertamente son todas empresas de renombre, líderes en sus respectivas industrias. Menos sabido es que fueron fundadas durante un bajón económico. Esto puede parecer contra-intuitivo, ya que en una desaceleración o recesión la demanda está deprimida, haciendo pensar que es precisamente el peor momento para partir un nuevo negocio.
Como demuestran estos grandes referentes, un bajón puede ser un gran momento para crear una empresa que perdure en el tiempo. Aquí van cinco razones:
1. Mucha gente hábil pierde el trabajo durante una recesión y le puede costar encontrar rápidamente algo bueno, por lo que baja el costo de oportunidad de emprender. Por lo mismo, también es más fácil encontrar los colaboradores clave para sacar adelante la empresa, lo que en tiempos de bonanza podría ser mucho más costoso o imposible.
2. El costo de varios insumos y servicios baja debido a la menor demanda, haciéndolos más accesibles para el presupuesto limitado de un emprendimiento.
3. Para los que buscan vender sus productos o servicios a empresas, descubrirán que sus potenciales clientes estarán más abiertos a probar cosas que los ayuden a bajar sus costos, algo que en tiempos de vacas gordas no tiene tanta importancia.
4. Levantar capital puede ser más fácil. Por un lado, el gobierno impulsa políticas contra-cíclicas, lo que incluye financiamiento para innovación y emprendimiento. Por otra parte, inversionistas privados se abren a considerar alternativas de inversión menos convencionales, ya que la rentabilidad que obtienen de sus activos más tradicionales (por ejemplo, acciones e inmuebles) cae junto con la economía y, por lo tanto, andan en busca de mejores retornos.
5. Por último, cabe recordar que todo emprendimiento requiere un tiempo de desarrollo y puesta en marcha que fácilmente puede tomar más de un año. Empezar este proceso durante una desaceleración puede dejarlo en posición óptima para crecer cuando la economía repunte.
Si eres uno de los afectados por la desaceleración y estás contemplando qué hacer con la vida, puede ser una excelente opción desempolvar esa idea a la que vienes dándole vuelta y lanzarte a la piscina. ¡Después puede ser muy tarde!