Este juicio lo ganará Chile
El texto de la decisión de la Corte Internacional de Justicia, en la que determina su competencia para conocer la causa entre Chile y Bolivia, es clave para el juicio que ahora comienza, ya que establece tres apreciaciones que subrayan el buen sentido del tribunal. Primero, que la Corte tiene presente que Bolivia no le pide que declare que tiene derecho a un acceso soberano al mar y tampoco le pide que se pronuncie sobre el Tratado de 1904. Esto es, la Corte no revisará el Tratado de 1904 y por tanto, en el juicio no se discutirá sobre territorio nacional y la Corte no hará pronunciamiento alguno ni sobre el Tratado ni sobre acceso soberano.
Segundo, que la Corte enfatiza que el uso durante el juicio de frases como «acceso soberano» y «negociar acceso soberano» no debieran entenderse como expresión de opinión por parte de ella respecto de la existencia, naturaleza o contenido de obligación alguna de negociar por parte de Chile. De esta forma, la Corte reafirma que no ha adoptado posición alguna y que, en su momento, fallará de acuerdo con el mérito de la causa.
Tercero, que aun en el caso que la Corte decidiera que Chile tiene la obligación de negociar con Bolivia, el tribunal no puede predeterminar el resultado de tales negociaciones. Esto es, que la sentencia más extrema que esta causa podría llegar a tener es que la Corte indique a las partes que deben negociar, pero sin determinar contenidos ni fechas, ni resultados. Y negociar y la apertura a negociar es exactamente lo que Chile hace y ha hecho siempre.