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UDD en la Prensa

Hackers también son buenos

 Nicole Forttes Fuenzalida
Nicole Forttes Fuenzalida Directora Smartlab

Un hacker no sólo es una persona que colabora con organizaciones criminales, que realiza ciber-ataques contra empresas multinacionales, publica y libera datos sensibles de los gobiernos o desarrolla y expande un virus. El concepto hacker no es unívoco a delincuencia, en los últimos años también tienen que ver con creación, entusiasmo y desarrollo de soluciones tecnológicas para todos. Hay que aceptar que los hackers también son buenas personas.
Si hacemos una pasada rápida a la historia, entre los hitos que engloban el ecosistema de internet nos damos cuenta que los ideadores de algunas de las máximas revoluciones ligadas a las ciencias de la computación y a las comunicaciones realizaron «hackeos buenos». Por ejemplo, fue en 1971 cuando Ray Tonlinson dio vida al sistema de mensajería que conocemos como email o cuando Linus Torvalds creó un sistema operativo libre, que se llama Linux. Precisamente, el trabajo de estos dos genios entra a la categoría de hacker y lo más probable es que por sus cabezas nunca ha pasado el realizar un ataque cibernético o robar datos sensibles de una multinacional.
La definición de hacker se acerca a entusiasmo, superación y mejora constante y si lo extrapolamos a otras disciplinas que no tienen que ver con las ciencias de la computación, podemos analizar la educación a través de Khan Academy que genera recursos de aprendizaje personalizado para todas las edades; o la industria del transporte con lo que ha hecho Uber en sus cinco años de vida transformando la experiencia de los taxis a autos con chofer o Airbnb que transformó a la industria del turismo con la experiencia de que un viajero se convierta en un lugareño más.
Ejemplos hay muchos, pero lo interesante es ver cómo el hackeo ha trascendido la barrera de lo digital para transformarlo en causas humanitarias que trascienden internet y se transforman en banderas de lucha concientizando a las personas de todo el mundo. El mejor ejemplo que se me viene a la cabeza es la causa que lidera el mediático cocinero inglés Jamie Oliver constante promotor de la cocina saludable.