El rol de la innovación social en los negocios
Te hago una invitación: Piensa que en este momento -en el que estás leyendo esta columna- cerca del 14% de la población chilena vive bajo la línea de la pobreza. ¿Qué implica esto? Que no tienen el ingreso necesario para satisfacer sus necesidades básicas, tanto alimentarias como no alimentarias, medida como un múltiplo de una canasta básica de alimentos.
¿Por qué comienzo así? Simplemente para ilustrar una realidad que admite múltiples respuestas pero un espacio acotado de preguntas, que deben ser cuidadosamente diseñadas, dado que si no es así, corremos el riesgo como sociedad de estar respondiendo correctamente la pregunta equivocada ¿Suena familiar? Supongo que sí. Para este espacio frágil, propondré una herramienta fundamental: La innovación social, entendida como la manera de dar respuesta a las preguntas abiertas que nos duelen a todos y que, si no nos ocupamos, harán que los esfuerzos de convertir a Chile en un país desarrollado lo consigan sólo parcialmente. Cada vez que pienso en esto caigo en la tentación de concluir que dos mundos aparentemente contra-intuitivos, no pueden convivir.
Sin embargo, veo ejemplos como los de Algramo o Smartrip, sólo por destacar algunos que me parecen interesantes, para coronar que las problemáticas sociales y los negocios pueden -y deben- convivir siendo el emprendimiento la posibilidad más clara para dar sentido a esta relación. Acá no se hace referencia a iniciativas de RSE o de fundaciones, sino que a proyectos que busquen generar impactos exponenciales en la vida de miles y millones de personas que aún viven bajo la línea de la pobreza o en condiciones de indignidad. Botón de muestra: Chequea la campaña que lanzó hace un tiempo la Fundación Vivienda, llamada «La cama de media media plaza» y te podrás dar cuenta; el número: según la encuesta Casen del 2013, en Chile 427 mil familias viven de allegadas. Este ejemplo nos sirve para cambiar la mirada y establecer las preguntas relevantes, no así las respuestas.
En este último ámbito es que la tecnología y los negocios pueden cumplir un rol fundamental. ¿Por qué? Porque estoy seguro de que entrelazando estos elementos con las problemáticas sociales, se pueden crear grandes soluciones que respondan a las preguntas que como sociedad aún no estamos respondiendo. En ese contexto es interesante ver los esfuerzos que desde el Gobierno se están realizando para impulsar este tipo de respuestas. Uno de ellos, muy interesante por cierto, es el subsidio semilla de asignación flexible para emprendimientos de innovación social, administrado por 8 incubadoras/aceleradoras.
Finalmente, quiero invitarte a reflexionar en torno a las preguntas que, como sociedad, -no- nos estamos haciendo. ¿Estamos usando la tecnología y los negocios para dar respuestas a preguntas correctas? 0 más bien, ¿Para qué buscamos promover el emprendimiento, la innovación y la inclusión/desarrollo tecnológico?