Comunidades e industria
Las comunidades piden mayor participación en proyectos energéticos desde antes que se tome la decisión de ejecutarse. Esta es una de las conclusiones del estudio de Percepciones de la comunidad sobre las empresas del rubro energético realizado por la Facultad de Comunicaciones de la Universidad del Desarrollo.
La investigación tuvo como objetivo conocer la visión y expectativas de las comunidades de Penco, Lirquén, Tomé, Coronel, Cochrane, Coyhaique y Aysén sobre industrias de su entorno próximo.
El estudio logró distinguir también cuáles son las situaciones que provocan mayor tensión entre la industria energética y la comunidad. Entre ellas destacan: el hermetismo informativo de las empresas, la incapacidad de reconocer que contaminan, la comunicación sin interlocutores válidos y el uso de estrategias que dañan las relaciones entre miembros de una misma localidad.
De acuerdo a lo que revelaron los entrevistados, hasta ahora la relación con las empresas pasa por tratar con representantes de éstas que se acercan a las comunidades sin conocer a cabalidad los proyectos. Los describen como lejanos, poco empáticos y desinformados de la realidad local, y lo que es peor, sin poder resolutivo.
Un hallazgo importante fue la identificación dentro de las comunidades de líderes de movimientos sociales espontáneos. Estos se caracterizan por no tener filiación política ni estar motivados por intereses económicos. Son reconocidos por promover concepciones de desarrollo social sustentable con una alta convicción y coherencia logrando influir y movilizar a su entorno.
Frente a estos conflictos, el estudio propone a la industria fomentar la inclusión de todos los afectados. Esto implica considerar desde el inicio de un proyecto un plan de relaciones con la comunidad y promover deliberadamente su participación en él a través de la creación de instancias consultivas reales. También se recomienda reforzar la entrega de información desde el inicio del proyecto ya que los futuros vecinos pueden hacer una contribución significativa al proyecto tanto para el diseño del mismo, como para proporcionarle servicios y mano de obra calificada.
Estos resultados revelan que es posible vislumbrar una mejor relación entre comunidades y empresas. Pero, para ello, se requiere dar pasos decididos en favor de la extensión de puentes reales de comunicación entre ambos actores. En este sentido, es fundamental la labor de quienes formamos parte del contexto en el cual esta relación se lleva a cabo.
La universidad no puede estar ajena a los fenómenos que inciden en el desarrollo social y económico del país.