Gestión, incertidumbre e innovación
Vivimos en un contexto con cada vez mayores cuotas de incertidumbre. Las empresas no pueden gestionar de la misma forma en que lo han hecho hasta el momento. Siguiendo a Clayton Christensen, profesor de Harvard y gurú de la innovación, son las prácticas actuales de empresas exitosas los embriones de su propio fracaso. Prácticas tales como escuchar a los clientes, invertir agresivamente en nuevas tecnologías, estudiar sistemáticamente las tendencias del mercado e invertir en innovaciones que prometen los más altos retornos, son actividades que le dan poco espacio a las empresas para prever movimientos e identificar problemas y oportunidades que van más allá de su rango de acción actual (de nuevos clientes, nuevas tecnologías, mercados, etc.)
Estas empresas se ven atrapadas por esta trayectoria y son incapaces de predecir o hacer frente a innovaciones disruptivas, y caen en lo que se ha llamado «destrucción creativa». El management tradicional, el que ha hecho que grandes empresas sean buenas y rentables, está hecho para problemas de relativa certeza. Pero trabaja mal en problemas caracterizados por la incertidumbre. Y la innovación es pura incertidumbre.
Como dice Scott Cook, CEO de Intuit, «cuando un MBA viene a nosotros, tenemos que fundamentalmente re-entrenarlo. Nada de lo que han aprendido les ayudará a tener éxito en innovación». Los programas de MBA (el corazón del management) no enseñan a crear empresas, a crear valor. Enseñan a mantener el valor, a ser eficientes, a mantener clientes. Hoy se requiere crecientemente profesionales y formas de gestionar que permitan surfear las olas de la incertidumbre, generando nuevas soluciones, identificando nuevos problemas. El mundo lo necesita.