Capitalismo popular 2.0
En una de sus tantas visitas a Chile en los últimos años Vivek Wadwha, emprendedor serial de Estados Unidos y destacado columnista, declaró que una de las cosas que le faltaba a Chile para dar el salto al desarrollo era que los propios chilenos «se creyeran más el cuento». La frase no es gratuita si pensamos que como país tenemos los índices de desconfianza más altos entre los miembros de la OCDE. Nos cuesta creer que una innovación de alto impacto o de gran escala pueda salir de nuestra tierra y llegar a Silicon Valley, Londres o Nueva York. Tendemos a mirar en menos lo que hacen algunos compatriotas («Y este, ¿a quién le ha ganado?») y a desconfiar de sus intenciones («¡Lo único que quiere es plata!») haciendo que sea más difícil surgir como país. A pesar de esto, dos emprendedores decidieron apostar por la confianza local y crearon Broota, una plataforma que busca financiar emprendimientos locales ofreciendo participación en ellos.
Desafiando el sentido común, ellos creyeron que en Chile hay emprendimientos lo suficientemente potentes como para ser financiados por personas naturales apuntando a su expansión de manera global. Partiendo por inversiones de $30.000, la gente puede acceder a un porcentaje de las acciones de una empresa (desde diseñadoras de ropa a empresas de tecnología), apostando por su crecimiento o futura venta a un inversionista mayor. En menos de un año de funcionamiento han financiado tres empresas (ellos mismos entre ellas) y levantado más de $200 millones. Con $2 millones de inversión inicial, es la primera vez que este sistema se implementa en Latinoamérica y son considerados pioneros en la categoría Crowdfunding Equity Based por The Crowdfunding Industry Report 2013. Chilenos creyendo en el trabajo de chilenos. Una nueva versión del capitalismo popular en la era del crowfounding.