Importación de talento y capital humano
Actualmente, cuando la situación económica permite acercarnos a cifras de pleno empleo surge el debate respecto del norte que deben seguir las empresas en relación al desarrollo y retención de capital humano de excelencia. Algunas organizaciones han adoptado políticas orientadas a invertir en capital humano y desarrollar talentos desde el interior. Esto implica tener una estrategia clara en la búsqueda y reclutamiento de este talento y «educarlo» o «formarlo» de acuerdo con la cultura, identidad y visión de la empresa.
Lo anterior ha sido una tendencia clara de los últimos años, ya que cada vez son más las compañías cuyos altos ejecutivos se han desarrollado al interior de la misma. Este tipo de políticas garantizan la disponibilidad de talento que conozca el negocio desde adentro y que tenga clara la cultura y desafíos que enfrenta la organización, lo que implica un ahorro de recursos importante. Sin embargo, para lograr esto se deben elaborar estrategias corporativas orientadas a retener y desarrollar talento. No hay que olvidar que para los profesionales jóvenes no es objetivo hacer careras al interior de una empresa, lo que plantea un desafío para generar políticas que los motiven a quedarse y desarrollarse en un mismo lugar.
También resulta utópico pensar que una empresa u organización pueda sobrevivir únicamente generando su propio talento, por lo que la realidad muchas veces obliga a tener un mix entre el talento propio y el que se puede traer desde otras empresas o desde otros sectores productivos. Respecto de esto último, es importante valorar el talento que viene de afuera con una visión fresca y poco contaminada del negocio, lo que puede ser relevante al momento de enfrentar nuevos desafíos y anticiparse a las tendencias que pueden incidir en el negocio. Como en todo, el equilibrio es la clave. Una fusión entre el desarrollo de talento propio y la detección y reclutamiento de talento externo genera un diálogo enriquecedor.