Profesionalizar el Negocio Familiar
Chile y Brasil son los mercados más desarrollados de Latinoamérica en materia de family offices. En otros países de nuestra región, el término es poco conocido o simplemente se oculta el patrimonio por razones de seguridad personal/familiar o por rapacidad y agresividad de los gobiernos de turno.
Si de movilidad de sus ejecutivos y profesionales se trata, un reciente estudio de Seminarium Penrhyn viene a confirmar la consolidación de este modelo de negocios en nuestro país: los Family Offices, junto a las Administradoras de Fondos de Pensiones, son los segmentos en que más creció la contratación de ejecutivos del sector financiero en el segundo trimestre de este año, con una cifra cercana al 11% cada uno.
El contexto internacional lo ratifica, con los países asiáticos a la cabeza de proyecciones interesantes: en los próximos cinco años, la riqueza familiar global alcanzará los US$ 330 billones según un estudio de Credit Suisse.
La suma de datos está muy lejos, sin embargo de mostrarnos de manera cabal la importancia de contar con una gestión profesional en el manejo de las family offices.
Una mayor y mejor diversificación de portafolios de los mandantes en activos reales y financieros, una mirada de más largo plazo, una estrategia alineada y una estructura profesional, donde un gerente general debidamente instruido en manejo financiero reporte en forma periódica y, a la vez, pueda imbuirse de las motivaciones y expectativas de los socios familiares, son parte del desafiante escenario de hoy, como hemos podido comprobar al encuestar a los futuros alumnos del Programa Family Office Management que dictaremos en el Centro de Familias Empresarias de la Universidad del Desarrollo a fines de septiembre. Apoyarse en equipos profesionales, directores y consultores externos capaces de adaptarse a sus requerimientos y con experiencia en evaluación y gestión de negocios reales, cierra un círculo virtuoso que permite profesionalizar el manejo de los recursos familiares.
En los Family Offices y las AFP es donde más creció la contratación de ejecutivos del sector financiero en el segundo trimestre.