La importancia de lo no evidente
Desde ya hace algunos años para quienes estudiamos y seguimos las tendencias en sustentabilidad de las principales compañías del mundo, hemos llegado a concluir que en estos momentos la tendencia en transitar hacia un desarrollo sustentable es lo que se ha definido como «a puertas cerradas», donde la responsabilidad cae en un gerente específico con poca capacitación en el tema y con muy poca incorporación de los gobiernos corporativos. En este sentido, las acciones emprendidas por las compañías se ven comprendidas en lo que hacen pero muy poco en lo que estas realmente deben resolver, sus externalidades en términos sociales.
Al respecto, los informes en sustentabilidad buscan transparentar esas acciones, pero donde muy poco se enfocan hacia este punto. Más bien se han enfocado en la promoción de acciones puntuales con la consiguiente promoción hacia adentro, en vez de enfocarse en ser un medio de comunicación efectiva de los desafíos sociales que el privado busca solucionar y aportar. Por lo tanto, no es difícil encontrar numerosos informes con excelentes calificaciones pero que en la percepción del colectivo humano estos responden muy poco a la resolución de impactos efectivos, llevando a la percepción interna que la comunidad no comprende el esfuerzo que el privado realiza.
La pregunta que nos debiéramos hacer es ¿qué es lo relevante en un reporte en sustentabilidad? Para responder esta pregunta es clave identificar las externalidades que producen como las acciones que se emprenden para reducir las mismas. En complemento, se puede identificar lo no evidente, las acciones que muchas veces no se reportan pero que sí se realizan y que al final crean mucho más valor compartido que acciones filantrópicas camufladas de RSE.
Una alternativa es involucrarse como parte de una comunidad.
Esto es identificar aquellas acciones que ya están ocurriendo en la sociedad y que necesitan un «socio» que las apoye con el objetivo de «estar involucrado». ¿Un ejemplo? Un par de niñas acaba de ganar un premio de innovación en Suecia que permite proyectarse a la solución de temas ambientales. Si mi empresa tiene alguna relación con el tema ¿cómo puedo «involucrarme» en esto más allá de la filantropía de donar dinero? El error sería hacer filantropía con concursos en ciencia a favor de la educación, un problema mayor que el privado no puede solucionar. ¿No será mejor ser socio de emprendimientos a ese nivel que se enfoquen a los problemas que las propias compañías poseen? Aquí el desafío es un solo ¿cómo puedo crear un estrategia «winwin» en alianza con acciones que están ocurriendo en la sociedad y que están creando mayor valor compartido en comparación con aquellas que el mismo privado está tratando de incentivar? Esta pregunta básica puede ser el punto de partida para el desarrollo de una estrategia de innovación social efectiva. Quizá debiéramos partir por las preguntas correctas y no por dar soluciones a problemas que no son relevantes.