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UDD en la Prensa

La diferencia entre una idea de negocio y un modelo de negocio

 Paul O'Toole
Paul O'Toole Director Ejecutivo iCubo

Entender la diferencia entre una idea y un modelo de negocio es clave en el éxito de un emprendimiento. La práctica demuestra que es usual que se confundan ambos conceptos convirtiéndose en una de las principales razones por las cuales dos de cada tres nuevas empresas fracasan antes del año de iniciadas. El modelo de negocio se refiere a cómo se extrae valor a la idea en términos de retornos monetarios. Una idea puede ser producir una nueva pizza sana y orgánica. Pero asociado a este producto pueden existir varios modelos de negocio diferentes, los cuales pueden ser complementarios o funcionar en aislamiento: Hacer las pizzas en formato congelado y distribuir a través de retail en tiendas especializadas de comida sana. Hacer las pizzas en formato congelado y distribuir a través de retail en tiendas masivas, pero con una campaña de punto de venta asociada para recalcar sus propiedades sanas.
Hacer entrega de las pizzas a domicilio directamente definiendo geográficamente la población target para este tipo de producto.
Poner un restaurante con este producto como estrella y agregar otras líneas sanas, orgánicas.
Vender a banqueteras en formato mini para matrimonios, cumpleaños, etc., segmentando para un target que le interesa este tipo de producto.
Vender a casinos para reventa industrial (colegios empresas), segmentando el mercado para definir los target .
Construir un modelo de negocios a como ir agregando capas a una idea inicial. Uno puede usar algunas técnicas como: Realizar benchmarks a nivel nacional, regional y global y adaptar el mejor modelo a la realidad local.
Conversar con posibles clientes para ver qué les parece el modelo de negocios elegido. Este ejercicio permite definir el «price point», es decir a qué precio se puede vender. También es útil para analizar si realmente el modelo de negocios podrá funcionar y generar suficientes ingresos para cubrir los costos y dejar un margen de rentabilidad.
Realizar pruebas gratis para demostrar a futuros clientes el valor y tener feedback instantáneo.
Lo importante de entender es que las ideas tienen mucho menos valor que la unión de la idea junto con un modelo de negocios preliminarmente validado.
La metodología que más me gusta en este momento para ayudar a generar un modelo de negocios se llama «Lean Start Up», lo cual ha sido desarrollado por el cahforniano Eric Ries a partir de 2008 y que básicamente describe una ruta que uno puede seguir para validar y corregir tempranamente el modelo de negocios elegido.
Incluidos en la «filosofía» de Lean Start Up hay varios conceptos que se pueden aplicar como buenas prácticas incluyendo lo que se llama en inglés «pivoting» o pivotear. En este contexto es la capacidad de incorporar flexibilidad al desarrollo del modelo de negocios, lo cual permite cambiar de dirección estratégica o táctica, sin dejar de avanzar.
Groupon, por ejemplo, aplicó esta técnica, lo cual permitió que su modelo mutara de una campaña en línea para activismo colectivo de consumidores hacia la plataforma para realizar compras colectivas que se conoce hoy.
En Chile existen fuentes de financiamiento que ayudan a un emprendedor a costear el proceso de generar un modelo de negocios, incluyendo las líneas de capital semilla el programa de Start Up Chile y múltiples concursos de emprendimiento de sectores específicos.

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