Universitarios: Entre la denuncia y el compromiso
Hace poco más de una semana pudimos contemplar, a través de las calles de la ciudad, la reanudación de las manifestaciones de alumnos de la educación secundaria y superior, demandando una educación pública de calidad y gratuita. Más allá de la justicia o error de sus peticiones, es imposible negar la energía y entusiasmo que muchos de ellos ponen en la expresión de sus anhelos.
Lamentablemente estas manifestaciones no siempre terminan en la forma pacífica en que comienzan, ni han logrado, a pesar de los años, los resultados esperados y ello puede deberse a que la voz de la denuncia no se une necesariamentea propuestas específicas y deseadas de manera transversal como sería «una educación de mejor calidad para todos los chilenos» Como consecuencia de lo anterior muchos dudan y cuestionan la legitimidad de toda forma de expresión pú blica juvenil, pero no debiera ser esa la forma en que se juzgan las iniciativas de los jóvenes.
En mi experiencia como académico universitario he podido comprobar una y otra vez que los jóvenes encuentran siempre formas de expresión que pueden ser mucho más fructíferas y comprometidas que unas simples demandas o marchas por las calles.
Lo vimos en los actos solidarios que muchos de ellos protagonizaron con motivo del terremoto de febrero de 2010, lo vemos igualmente, y a diario, en los cientos de jóvenes que sacrifican sus merecidas vacaciones para partir a misiones o trabajos de invierno y verano, Y en las múltiples asociaciones que crean con propósitos de bien social y caridad cristiana.
En unos meses más, en Brasil cientos de miles de jóvenes chilenos de las más diversas procedencias, estilos de vida y recursos, se encontrarán unidos por una causa celebrar juntos su adhesión al Romano Pontífice Francisco, en la Jornada Mundial de la Juventud.
No faltan en estas jornadas el sacrificio, la determinación y las mejores resoluciones para reunir los fondos para el gran viaje. Familias, grupos de amigos y comunidades cristianas enteras movilizan su trabajo e inventiva, primero para reunir lo necesario para pagar los pasajes.
La generosidad de muchos de los que se enteran de estas iniciativas se movilizan para aportar lo que sea imprescindible para los gastos del viaje y la solidaridad de muchas familias brasileñas se encargarán de darles alojamiento.
Dormirán y cantarán esperando la visita del Vicario de Cristo, celebrarán liturgias, las que culminarán con masivas Eucaristías y todo ello motivado por pura generosidad. con total desinterés personal y por el deseo de confirmar su fe expresada con la alegría propia que da la juventud.
Esta juventud es la que da ejemplo al mundo y la que está llamada a tomar el relevo de sus mayores para construir un Chile mejor. Los insto a seguir denunciando hoy y a trabajar mañana por una «Educación de mejor calidad para todos los chilenos» y a perseverar hoy y siempre en el compromiso de vivir bajo los principios de la Iglesia Universal, no obstante los costos y esfuerzos personales a que los obliga el tentador relativismo como una forma de vida.