Sustentabilidad e innovación: Dos palabras de moda
Innovación y sustentabilidad son dos palabras de moda. Se repiten sin que se comprendan mucho.
La sustentabilidad es un camino estratégico que permite balancear las dimensiones sociales, económicas y ambientales con el fin de satisfacer nuestras necesidades sin comprometer las de futuras generaciones.
En tanto, la innovación es el desarrollo de valores a través de soluciones que respondan a nuevas exigencias y requerimientos en todo ámbito.
A los problemas derivados del calentamiento global, en términos de escasez de recursos y límite a las externalidades vía contaminación, se suma una sociedad empoderada en temas ambientales, donde el mínimo errorya no es permitido.
Esto transforma el desafío «ambiental» en problemas socioambientales que nos obligan a replantearnos cómo nos relacionamos.
Si muchos estudiamos de los libros que las organizaciones eran parte de la sociedad, ahora esto se vive en pleno.
Las nuevas condiciones nos obligan a replantearnos todo.
En este marco, la relación subyacente entre sustentabilidad e innovación se hace evidente. La sustentabilidad es el combustible para la innovación y la innovación el apoyo de la sustentabilidad.
La carencia de tal visión se ha reflejado en casos como el desarrollo de sistemas de almacenamiento de energía -sistemas bases para las Energías Renovables No Convencionales- y no hablo sólo de baterías de litio, sino de aquellas que funcionan con sales y con las que en Chile, un país privilegiado por su industria de los minerales, no hemos hecho nada.
Otro ejemplo ha sido el eje social, donde hemos aplicado libros de responsabilidad social, olvidándonos de estudiar primero la cultura local, y en donde quizá el concepto de innovación social tenga mucho más sentido, no siendo sinónimo de asistencialismo social. ¿Qué podemos hacer? Debemos aceptar que los desafíos actuales están vinculados a la sustentabilidad y que muy poco de lo aplicado en el pasado nos sirve para prepararnos hacia el futuro.
Por lo tanto, tenemos una gran oportunidad para que este combustible de la innovación permita transformar a nuestras organizaciones en empresas innovadoras de verdad y así acercarnos a lo que dice Peter Senge, autor de La revolución necesaria: «De lo que estamos hablando es sin duda el mayor desafío a la innovación que la humanidad ha enfrentado jamás: reinventando nuestro modo de vida».