La reconstrucción
A tres años del 27/F vemos cómo poco a poco nuestra Región del Bío Bío la más afectada con el terremoto y tsunami-, se levanta con el esfuerzo de todos. Si bien el debate se ha centrado en las cifras o el manejo de la emergencia, la reconstrucción debe ser entendida como un proceso integral, donde no sólo debemos reconstruir viviendas o infraestructura, sino también confianzas y capacidades para enfrentar el futuro.
En un contexto en que Chile pretende convertirse en un país desarrollado hacia finales de esta década, cabe bien preguntarse cómo esta región hará frente a los desafíos y oportunidades que se presenten, y también, por otro lado, de qué manera el proceso de reconstrucción, que todavía se está realizando, puede ser aprovechado como catalizador de dichas oportunidades.
Se debe tener presente que, en los próximos años, la VIII Región vivirá un doble desafío. Por un lado, se prevé una fuerte modernización en algunas áreas productivas como la industria forestal, manufactura y energía y un aumento de las capacidades logísticas y de transporte, con grandes inversiones público-privadas en puertos y conectividad.
Asimismo, se espera un aumento significativo en la demanda de servicios. De esta manera. se pretende consolidar al Gran Concepción como el principal centro de negocios y servicios del centro sur del país.
En este contexto, la población de esta región requiere más que nunca contar con las herramientas para hacer frente a estas oportunidades, y más que ladrillos y cemento, se debe invertir fuertemente en la reconstrucción del capital humano.
En este sentido, las universidades y las demás instituciones de educación superior deben jugar un rol vital y estar fuertemente comprometidos. Hoy, más de la mitad de los estudiantes de educación superior son primera generación de sus familias que acceden a ésta y, más allá de los conocimientos básicos, es vital para nuestro país inculcaren ellos los valores del trabajo bien hecho, la responsabilidad pública y el emprendimiento.
Como Universidad del Desarrollo hemos estado comprometidos desde un comienzo con el proceso de reconstrucción de las localidades afectadas. Pero más que ello, nuestro aporte vapor el camino de entregar no sólo una formación profesional de excelencia sino también en traer conocimiento, experiencias y capacidades y ponerlos al servicio crecimiento de nuestra región.
Estamos en un punto de inflexión en que si tomamos las decisiones correctas, la región y el país podrán alcanzar el desarrollo tan anhelado. Pero para ello, más que nunca necesitamos de ciudadanos comprometidos y preparados.
Es la capacidad de contar con ese capital humano la que inclinará la balanza, y, ciertamente, estamos preparados para ello.
La población requiere las herramientas para hacer frente a estas oportunidades, y más que ladrillos y cemento, se debe invertir fuertemente en la reconstrucción del capital humano.