Cambios culturales y globalización
Si entendemos la cultura como el «conjunto de modos de vida y costumbres de una época o grupo social «, ésta comprende no sólo el quehacer de los pueblos, sino el cómo se han dado forma en su relación con sil entorno.
Históricamente, las sociedades han elaborado sus propios mecanismos para adaptarse a los climas locales generando herramientas y comportamientos que se traducen finalmente en costumbres culturales. Ellas van cambiando, en la medida que el mundo es más globalizado e interconectado, asociado al incremento de calidad de vida que permite acceder a mejores niveles de comodidad.
Un ejemplo de la relación medioambiente-costumbre cultural es el hábito arraigado en Latinoamérica de dormir la siesta propio de países cálidos, donde las temperaturas altas se dan en horarios post-almuerzo. La tendencia entre los ’80 y ’90 fue validar la extensión de jornada que permitiera dormir la siesta pero producto de la globalización y la estandarización con países fríos, la iniciativa lite erradicada por considerarse inapropiada.
¿Qué muestra la evidencia de estos cambios? En países cálidos, la siesta era la forma por la cual se evitaba el estar expuesto y no necesitar formas extras de ventilación para alcanzar el confort que la siesta otorgaba.
Cuando en 1999 en México se eliminó el permiso a la siesta, la población debió trabajar en las mismas horas, y las organizaciones debieron aprovisionarse para dar el mismo «confort» lo cual se tradujo en invertir en sistemas de climatización a un alto costo energético. Ksto lo ha seguido por años Harold Wilhite, del Centro para el Desarrollo y Medio Ambiente de la Universidad de Oslo, comparando la utilización de energía con normas culturales. Sus conclusiones apuntan a que en ciudades comparables entre sí éstas muestran diferenciasen la intensidad energética debido a diversos hábitos de comportamiento correlacionado a temperaturas locales.
Una buena pregunta sería el conocer cuánto del arraigo cultural se ha perdido por la globalización y cuánto de esto ha implicado cambios en la intensidad energética. Quizá aprender sobre estructuras culturales de naciones y organizaciones pueda ser clave para comprender el papel de la tecnología a nivel energético, que permita comprender que la relación entre Cultura y Sustentabilidad es relevante para la resolución de problemas y sus implicaciones para el futuro.