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UDD en la Prensa

Más dudas que certezas

 Gonzalo Müller
Gonzalo Müller Académico e investigador, Facultad de Gobierno

Apenas terminen  los sones de la parada militar, se dará inicio a la recta final de las elecciones municipales. Pero aún hay muchas preguntas sobre este proceso.  ¿Qué tiene de distinta la elección de este año y en qué comunas se centrará la atención para definir quiénes ganaron y quiénes perdieron en este nuevo evento electoral?
Sin duda, lo que más genera incertidumbre es el comportamiento electoral del nuevo padrón, ahora que más de 13 millones de chilenos mayores de 18 años están habilitados para votar. Las altas expectativas existentes han empezado a bajar, debido al bajísimo interés por participar que éstos han reflejado en los distintos estudios de opinión pública. Recordemos que la inscripción automática y sobre todo el voto voluntario trasladan hacia las campañas y los candidatos la responsabilidad de motivar a los electores para que decidan ir a votar.
Pero hasta ahora, la mayoría de los candidatos centra sus mensajes y campañas en quienes con mayor probabilidad irán a votar, y un efecto de esta focalización es que los potenciales nuevos electores se quedan al margen de los esfuerzos de comunicación de los propios candidatos, ratificando su decisión de no votar. Así se forma este círculo vicioso de la no participación electoral, donde las campañas no le dedican tiempo a los que no votan, y los que no votan, no se sienten representados por las campañas. Por ende, el aumento de participación parece ser que quedará como materia pendiente para la próxima elección presidencial.
Respecto de cómo se define el éxito de cada conglomerado político en estas elecciones, la gran cantidad de comunas (345) hace difusa la lógica de ganadores y perdedores, ya que la gran mayoría de los partidos se considera ganador, en la medida que logre algunas victorias definidas por sí mismos como emblemáticas. Dicho esto, las elecciones municipales vienen cumpliendo, al menos en los últimos 10 años, con un doble efecto político: el primero es el de elegir las autoridades que se harán cargo de los gobiernos locales, y un segundo efecto es que crean un estado de ánimo en los partidos y en la ciudadanía que influye en las elecciones del próximo año.
 
Hay al menos tres comunas que por su importancia serán leídas como claves de la elección presidencial: estas son Santiago, Valparaíso y Concepción. En las tres gobierna hoy la Coalición por el Cambio, lo que tuvo un efecto importante en el triunfo del propio Presidente Piñera. A ellas se suman después las capitales regionales, donde hoy gobierna la oposición en cinco, el oficialismo en ocho y un independiente en Copiapó. Mantener este favorable balance es un desafío mayor para el gobierno y sus partidos, ya que de no lograrlo será leído como una dura derrota.
La mirada también estará puesta en aquellas comunas que han sido protagonistas de hitos del Ejecutivo. Así, los resultados de Constitución (comuna emblemática del terremoto), Aysén y Coyhaique (comunas donde se originaron movimientos sociales importantes), Freirina y el manejo del cierre de la planta de Agrosuper, se constituirán en una evaluación  de la gestión del gobierno.
De esta forma, enfrentamos una elección municipal que es inédita en muchas dimensiones, pero que como siempre será un termómetro de cómo se reparte el apoyo y las preferencias ciudadanas.