Mejores médicos para Chile
Evaluar con mayor profundidad el conocimiento de los futuros médicos chilenos y extranjeros que ejercen en el país es el objetivo de los cambios que recientemente se han anunciado en torno al Examen Único Nacional de Conocimientos de Medicina (Eunacom). Esta prueba, que el año pasado rindieron 1.888 profesionales, es necesaria para quienes quieren acceder a cargos médicos en instituciones financiadas por el Estado y para revalidar el título de medico cirujano obtenido en el extranjero.
A partir de 2012, —año en que se dará por décima vez esta prueba- no sólo se evaluará el conocimiento teórico, sino también práctico. Los egresados de la carrera de Medicina deberán interpretar imágenes, lo que requerirá de mayor precisión en las respuestas, aumentando así el nivel de complejidad del examen.
Estas modificaciones parecen positivas, pues se incorporan mayores requerimientos para los examinados, exigiendo un razonamiento más elaborado en cuanto a criterio clínico, velando para que los egresados cuenten con las destrezas necesarias para atender a los pacientes.
Hoy, el Examen Único Nacional de Conocimientos en Medicina consta de 180 preguntas que han sido elaboradas y evaluadas por varias comisiones, logrando preguntas bien estructuradas, de forma que permitan descubrir el nivel de conocimiento de quienes lo rinden.
Los cambios propuestos no deberían presentar mayores problemas para los egresados de las universidades que trabajan sistemáticamente en pos de la calidad. Esto debido a que la formación y competencias que les entregan a sus estudiantes de Medicina, los dotan de las herramientas adecuadas para cumplir satisfactoriamente con la medición. A través de los años, los resultados del Eunacom son consistentes. Es así como la Pontificia Universidad Católica de Chile, la Universidad del Desarrollo y la Universidad de Chile han liderado el Examen en los últimos 4 años.
Con estas nuevas exigencias, la situación de los médicos extranjeros podría volverse un poco más compleja. Su tasa de reprobación en 2011 fue bastante elevada, pues llegó a 78,8% (de 477 que rindieron el Eunacom, sólo aprobaron 101) versus 2,8% de los chilenos. Estos nuevos requerimientos podrían traducirse en índices mayores de reprobación.
Los buenos resultados logrados por las universidades que han sobresalido responden en parte a la inversión que han hecho algunas instituciones para profesionalizar su docencia. En ese sentido, son relevantes iniciativas que apuntan a promover la excelencia en los procesos de formación de los estudiantes de la carrera, a través del entrenamiento y capacitación de los académicos para perfeccionar sus habilidades docentes.
Se puede concluir, entonces, que los cambios anunciados van en la dirección correcta, pues iniciativas de esta naturaleza ayudan a asegurar la calidad de la formación de quienes tienen que velar por la salud de todos los chilenos.