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UDD en la Prensa

¿Es factible erradicar la pobreza por ingresos?

 Matías Acevedo
Matías Acevedo Investigador asociado, Centro de Investigación de Empresa y Sociedad

Dar hasta que duela, es la frase que mejor describe a San Alberto Hurtado, que dedicó su vida a los más pobres formando el Hogar de Cristo hace 80 años y que por esto días realiza sutradicional colecta anual. La pobreza es compleja y superarla no es tarea fácil. Hoy más de 4 millones de personas (20,8% de la población) vivenen situación de pobreza poringresos o multidimensional.

La reducción de la pobreza por ingresos en 62 puntos porcentuales durante los últimos 30 añosseexplicaenun90% por los efectos del crecimiento económico y sólo en un 10% por el efecto de las transferencias monetarias (MDSF y PNUD, 2020). Si bien estos datos revelan la importancia de recuperar nuestra capacidad de crecimiento, llama la atención que, destinando hoy un gasto público en programas sociales de 11 puntos del PIB, su contribución a reducir la pobreza sea tan acotada. Asimismo, mientras la desigualdad después de transferencias e impuestos en países de la Ocde se reduce en cerca de 10 puntos, en Chile sólo baja 2 puntos.

Es posible mejorar la efectividad de las transferencias monetarias por medio deun programa que garantice un ingreso, al menos, equivalente a la línea de pobreza por tamaño de hogar. Para el diseño se puede tomar como referencia el propuesto en el último informe para Chile de la Ocde, como los realizados por el Banco Mundial (2019) y el FMI (2017).

Enprimerlugar, sedebesegmentarlapoblación con 65 años y más, del resto. Con los sucesivos aumentos en el Pilar Solidario que culminócon la creación de la Pensión Garantizada Universal (PGU) durante el gobierno del expresidente Piñera, la pobreza por ingresos en este segmento se redujo significativamente y el costo de llevar la PGU a este nivel alcanza a 0,2 puntos del PIB, Para el segmento menor a 65 años se puede diseñar un programa único de transferencias (Ocde, Chile 2022), que complemente la diferencia entre el ingreso total y un indicador equivalente ala línea de pobreza por tamaño de hogar. El diseño deberíareplicar los buenos resultados del Ingreso Ético Familiar, programa donde parte de las transferencias están condicionadas -en caso de existir menores de edad

alaasistencia escolar y los controles desalud. Como también incorporar la condicionalidad de participar en programas de capacitación laboral y de búsqueda de empleos formales.

Para que elimpacto neto enel empleo formal sea favorable según las experiencias exitosas en otros países, en la medida que las personas se integran al mercado laboral, las transferencias monetarias debenretirarse gradualmente. En particular, el monto quese pierde dela transferencia debería ser siempre menor que el ingreso adicional que recibe la persona producto de la incorporación al trabajo formal.

Su implementación enfrentará otras complejidades como la necesidad de mejorar la información del Registro Social de Hogares, el seguimiento continuo, verificación de cumplimiento de las condiciones y los resultados en el empleo formal, considerando que la pobreza está lejos de ser un fenómeno estático.

El costo fiscal neto de un programa de transferencias monetarias de estas características sería de entre 0,8 y 0,9 puntosdel PIB, considerando que se unificaría la oferta actual de programas permanentes de transferencias monetarias dondese gastan hoy 0,3 puntos del PIB. Mientras queladesigualdad, medida por el coeficiente de Gini, sereduciría entre 4 y 5 puntos (Ocde, Chile 2022).

¿Cómo lo financiamos? El monto requerido sería entorno a un 8-9% del costo fiscal de los programas sociales. Parano caer en el debate de “cortar programas”, que sólo polariza e inmoviliza, es legítimo que cada gobierno pueda priorizar los recursos que quiera destinar a cada uno de la fragmentada oferta de 480 programas sociales para potenciar el impacto. Si esto no fuera suficiente, se puede destinar al año una parte de las holguras fiscales que deja el crecimiento económico (0,4 puntos del PIB de holgura fiscal al año creciendo al 20,5: La evidencia ha demostrado que la mejor receta para erradicar la pobreza poringresos es retomar la senda de crecimiento económico. Pero al mismo tiempo, se puede aumentar la efectividad de las transferencias monetarias para reducirla pobreza y mejorar la desigualdad, acercándose ala efectividad del promedio de los países dela Ocde. Así, esta tarea queestá lejos de concluir, se concentrará a futuro en otras áreas de la pobreza multidimensional que afectan a más de tres millones de chilenos.