Una frontera débil y cárceles colapsadas: Seguridad en riesgo
En los últimos tiempos, varios hechos han cuestionado la eficacia de este monopolio estatal de la fuerza sobre el territorio nacional. Internamente, nuestro país enfrenta dos grandes problemas de seguridad: débil control fronterizo y colapso del sistema penitenciario. La construcción de infraestructura en territorio chileno por parte de Argentina y la tardía respuesta del gobierno chileno ejemplifican la debilidad fronteriza. Además, el ingreso de migrantes ilegales, cuya identidad y antecedentes son desconocidos, ha facilitado la llegada de grupos delictivos, como destaca el Financial Times con las bandas venezolanas como el Tren de Aragua y el aumento de homicidios, secuestros y tráfico sexual.
El sistema penitenciario chileno también muestra signos de colapso. Recientemente, un motín liderado por un delincuente extranjero apodado “Satanás” en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago evidenció la fragilidad del sistema. A pesar de los esfuerzos, como el aumento de 5 mil plazas para reos durante los dos primeros años de esta administración, las penitenciarías han recibido a 9.990 privados de libertad en el mismo periodo. Además, el 45% de los internos de la macrozona norte son extranjeros, cuyas nuevas formas de criminalidad ponen en riesgo no solo al país, sino también al personal de Gendarmería que los custodia.
Ante esta situación, es necesario establecer un control fronterizo efectivo, utilizando los recursos humanos y logísticos adecuados para detener el desborde migratorio. Además, debemos preguntarnos si existe la voluntad política para construir cárceles de alta seguridad, similares a las que en tiempo récord han privado de libertad a las maras salvadoreñas, un ejemplo seguido por países como Ecuador y Argentina. También es crucial cuestionar si el sistema penitenciario chileno realmente cumple con el objetivo retributivo de castigar a los criminales o con el objetivo utilitarista de prevenir el delito.
Para superar estos desafíos, Chile debe adoptar medidas urgentes y efectivas. Establecer un control fronterizo sólido y mejorar la infraestructura penitenciaria son pasos fundamentales para restaurar la seguridad, la confianza en lasinstituciones y asegurar de manera efectiva el monopolio de la fuerza pública.