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UDD en la Prensa

¿Por qué los liceos municipales de Santiago pierden alumnos?

 Mauricio Bravo
Mauricio Bravo Vicedecano de la Facultad de Educación

Recientemente se han divulgado datos sobre el notable descenso en las matrículas de escuelas y liceos administrados por la Municipalidad de Santiago entre 2019 y 2023. En este sentido, el estallido social y la pandemia por Covid-19 han marcado profundamente estos años y pueden ser una respuesta plausible frente a esta notable baja en la matrícula comunal, pero no la única ni la más relevante.

Al observar las estadísticas, es evidente que la caída no ha sido uniforme en todos los sectores educativos, siendo los liceos municipales los más afectados. Si bien se ha registrado un alza en la matrícula con la vuelta a clases presenciales en 2022, la disminución acumulada es un claro reflejo de las preocupaciones y desafíos que enfrenta el sector educativo municipal en la comuna.

El director de Educación de la Municipalidad (DEM) de Santiago, Rodrigo Roco, menciona una serie de factores asociados a esta caída, desde el Sistema de Admisión Escolar (SAE), pasando por la migración, hasta la incorporación tardía del Programa de Integración Escolar (PIE) en diversos liceos. Si bien todos estos elementos podrían tener una influencia directa o indirecta, es necesario realizar un análisis más robusto para establecer causalidad entre estos factores y la decisión de padres y apoderados para trasladar a sus hijos desde una de las comunas que históricamente ha generado alto interés por cursar estudios en sus aulas.

En este sentido, un estudio realizado por la Facultad de Educación de la Universidad del Desarrollo determinó que los factores más relevantes en la decisión de los padres y apoderados para escoger un establecimiento escolar para sus hijos son: 39% calidad de los profesores; 20% educación inclusiva y apoyo socioemocional; y 20% garantía en la seguridad e integridad. Respecto de este último factor -en el mismo estudio- el 75% de los encuestados afirma sentir alto temor frente a hechos de violencia alrededor de las escuelas, tales como narcotráfico, balaceras, asaltos y peleas, entre otros.

Adicionalmente, el 51% se siente muy inseguro cuando sus hijos están al interior del establecimiento educacional. Estos antecedentes nos dan luces sobre las condiciones mínimas que los padres y apoderados evalúan al momento de matricular a sus hijos en una escuela o liceo. ¿La Municipalidad de Santiago está tomando acciones concretas sobre estos factores para retener a sus estudiantes?

Por su parte, las recientes y constantes movilizaciones estudiantiles y manifestaciones violentas ocurridas en los liceos emblemáticos de la comuna de Santiago estarían aumentado la preocupación de padres y apoderados sobre la seguridad y el ambiente propicio para el aprendizaje lo que podría generar un efecto dominó en toda la comuna. Por tanto, la continuidad de la violencia y la falta de soluciones concretas socavaron, no solo el prestigio de estos liceos, sino que también estarían amenazando la confianza pública de toda la educación municipal en Santiago.

Así, es crucial que se diseñen políticas educativas que promuevan la confianza de las familias en el sistema educativo municipal, principalmente en la reducción de la violencia en el exterior e interior de escuelas y liceos y, además entregando reales garantías de continuidad del proceso educativo, evitando las constantes y sostenidas paralizaciones. Más aún cuando sabemos que la interrupción de las clases tiene efectos sobre los resultados de aprendizaje, la asistencia y deserción escolar.

En este sentido, existe una alta correlación entre la interrupción extendida de clases de octubre de 2021 a noviembre de 2022, los puntajes del Simce 2022, y la asistencia a clases en marzo y abril de 2023 de las cohortes de cuarto básico y segundo medio que presentaron dicha prueba. El análisis indica que las instituciones que mantuvieron sus puertas cerradas más días mostraron un peor rendimiento en el Simce 2022 y menores índices de ausentismo en 2023.

Así, la educación es el pilar de toda sociedad, y la confianza en ella es esencial para que las familias depositen la formación de sus hijos. Los liceos municipales de Santiago, que han sido baluartes históricos de la educación chilena, enfrentan hoy un gran desafío, donde no sólo los factores externos, como la pandemia o el estallido social, juegan un papel. Las preocupaciones de las familias sobre la seguridad y la continuidad del proceso educativo son vitales y demandan acciones concretas y decididas por parte de las autoridades. Es urgente fortalecer no solo la infraestructura y los programas, sino también la gestión, el ambiente y la seguridad en los liceos y escuelas municipales. Para todo ello se requieren liderazgos capaces de conducir las políticas comunales hacia una verdadera mejora escolar.