Hero Image

UDD en la Prensa

Disrupción logística: Un desafío público-privado

 Daniel Fernández
Daniel Fernández Profesor Facultad de Ingeniería

Desde el segundo semestre del año 2020, cuando China reabrió sus fábricas y se produjo una sobredemanda global para reponer los stocks, los problemas en las cadenas logísticas se han sucedido uno tras otro. A esto se suma la guerra en Europa del Este, con problemas de recaladas en los puertos del Mar Negro y también de tripulación. De hecho, un reporte de BCG señala que más del 14% de la tripulación de barcos a nivel mundial son rusos o ucranianos.

A lo anterior se suma que a raíz del covid-19 aún existen problemas de personal para conformar los turnos de operación, haciendo más lenta la recalada de buques y la descarga de contenedores. Hace tres temporadas un barco iba y volvía desde Chile a China en 45 días, mientras que hoy, cinco semanas después del zarpe, puede seguir en el puerto de destino esperando la descarga. Una “tormenta perfecta” que no tiene visos de terminar.

Esta crisis logística se ve exacerbada por la gran cantidad de transferencias que se están realizando a nivel mundial, con un récord de 179 millones de TEU movilizadas el año pasado, en un contexto en el que también faltan choferes de transporte terrestre, indispensables para sacar e ingresar la carga a los puertos. El retiro desde los patios de acopio dentro de los puertos de los contenedores que ingresan a un país está tomando mucho más tiempo. Los patios de almacenamiento están congestionados e impiden que la nave siguiente pueda descargar con normalidad.

Todas estas dificultades están cambiando la forma de hacer negocios. El grupo Inditex, con su modelo de negocios de fabricación de moda on demand, elevará a un 31,1% sus stocks como una forma de asegurarse que tendrá ropa disponible para vender. McDonalds tuvo que limitar las rodajas de tomate en sus sándwiches la semana pasada en Gran Bretaña por falta de stock.

En gran parte de las estrategias de negocio de las compañías se observan mayores planes de descentralización, con almacenaje de la producción más cerca de los consumidores y una búsqueda de proveedores de múltiples geografías. El fabricante de zapatillas New Balance anunció hace unos días que levantaría una fábrica en Massachusetts para atender la demanda creciente de los proveedores locales dispuestos a pagar el “made in USA” y evitarse problemas de retrasos como los que vive Nike con demoras de hasta cuatro meses en algunos modelos.

Todas estas situaciones están ocurriendo a nivel global y afectan en mayor medida a los principales puertos de Asia, Estados Unidos y Europa, pero también repercuten en la cadena logística en nuestro país. Los contenedores están demorando mucho más tiempo en retornar vacíos a un determinado lugar para reiniciar el ciclo logístico. Además, en Chile existen circunstancias especiales que aumentan el grado de dificultad.

Problemas en Chile

Dentro de estas circunstancias particulares de Chile están los cierres de puertos, que han aumentado en forma importante en los últimos años, siendo esta situación particularmente grave en el Puerto de San Antonio. Algunos puertos registran disponibilidades cercanas al 80%, lo que significa demoras, retrasos y mayores costos. Es imperativa una labor conjunta entre los sectores público y privado para que todos nuestros puertos alcancen una disponibilidad superior al 95%.

Es necesario actualizar los protocolos de maniobras a las nuevas condiciones, incorporar tecnología de medición y captura de datos para que las decisiones de cierre de un terminal se adopten sobre bases objetivas, y entregar a los prácticos todas las herramientas y capacidades que se requieren. Los prácticos debieran revisar sus programas de capacitación para maniobrar naves de mayor tamaño y en condiciones meteorológicas más adversas.

Hay problemas fuera de los puertos que también deben ser resueltos. En los terminales se trabaja 24×7 en las faenas de transferencia de carga; sin embargo, por problemas de seguridad, los transportistas en Chile no trabajan el turno nocturno, generando una congestión extra en los patios de los terminales y disrupciones en la cadena completa.

En nuestro país los problemas asociados a las cadenas logísticas estaban invisibilizados hasta que sobrevino la pandemia. Las nuevas dificultades logísticas han permitido que nuestras carencias se manifiesten y adquieran un lugar preponderante, generando una coyuntura favorable para abordarlos colaborativamente, entendiendo que se trata de un desafío público-privado. Los contenedores están demorando mucho más tiempo en retornar vacíos a un determinado lugar para reiniciar el ciclo logístico.