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UDD en la Prensa

Enfermedades de Invierno y Alimentación

 Victoria Halabí Rodríguez
Victoria Halabí Rodríguez Directora carrera Nutrición y Dietética

Las enfermedades más frecuente en invierno son las patologías respiratorias como resfrío común, gripe o influenza, bronquitis, amigdalitis, asma, faringitis, y por supuesto la Covid-19 que aún no nos da tregua. Las indicaciones alimentarias deben ir dirigidas paliar los síntomas generados por la fiebre y los problemas respiratorios, asegurando una adecuada hidratación. Importante también el consumo de alimentos ricos en cobre, hierro, folatos, selenio, vitamina A, vitamina B12, vitamina B6, vitamina C, vitamina D y zinc contribuyen al normal funcionamiento del sistema inmunitario, para disminuir la probabilidad de enfermar.

El cobre junto con el hierro favorece la formación de los glóbulos rojos y contribuye al buen funcionamiento del sistema inmunitario. Los alimentos que contienen más cobre son los mariscos, sobre todo las ostras. Los granos enteros, las legumbres, las nueces, las papas y las vísceras (riñones, hígado) son buenas fuentes de cobre en la dieta, al igual que las verduras de hoja oscura, las frutas deshidratadas como ciruelas, el cacao, la pimienta negra y la levadura.

Los alimentos que contienen más hierro son las carnes, principalmente las carnes rojas, hígado, prietas, mariscos (principalmente los bivalvos, los de concha), frutos secos, legumbres, verduras de hojas verdes y los productos integrales. La absorción del hierro es favorecida por la presencia de Vitamina C, la que encontramos principalmente en verduras y frutas cítricas (naranjas, kiWwis, piña, tomate, etc.).

Para tener una buena alimentación y que contribuya al bienestar del organismo, dejo algunas recomendaciones. En primer lugar, ingerir sobre 1.8litros al día con o sin sensación de sed, especialmente en adultos mayores, prefiriendo siempre el agua como fuente de hidratación. El uso de gelatinas sin azúcar puede ser un recurso muy útil para ayudarlos a ingerir la cantidad de agua recomendada, sobre todo cuando hay fiebre.

En segundo lugar, consumir al menos cinco porciones entre frutas y verduras al día, idealmente de diferentes colores. En el caso de existir molestias en la garganta, fiebre o falta de apetito, es importante realizar preparaciones culinarias que contribuyan a una fácil deglución para favorecer el consumo de verduras y frutas. Preparaciones como puré de verduras o cremas de verduras enriquecidas con aceite de oliva o jugos de fruta naturales.

Además, preferir el consumo de alimentos integrales y legumbres. Elegir cereales integrales procedentes de grano entero (pan integral, fideos integrales, arroz integral), y legumbres guisadas o estofadas, tratando de cocinar estos alimentos con verduras. Y también privilegiar los productos lácteos descremados (bajos en grasa).

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