Para muchas personas, principalmente estudiantes y docentes, se acerca el período de vacaciones, tiempo dedicado principalmente a descansar pero también a compartir con otros, salir o incluso viajar.

En contexto de pandemia, son acciones que en su mayoría, en este momento no podremos realizar, porque aunque sean vacaciones, seguimos en contexto de pandemia, debemos adecuarnos a las restricciones y continuar realizando los cuidados necesarios para no contagiarnos de Covid-19 ni propagar el virus a otras personas.

Desde ese punto de vista, nuestras vacaciones serán distintas, por lo tanto hay que preguntarse ¿qué podríamos hacer estas semanas? o ¿cómo vivir este tiempo sin ver afectado nuestro bienestar emocional? A continuación compartiré algunas sugerencias que pueden revisar y poner en práctica. Y así encontrar las respuestas antes que llegue ese tan anhelado día del inicio de las vacaciones.

Si bien, los primeros días queremos descansar y dormir hasta tarde para “no hacer nada”, es necesario que luego de este merecido descanso puedas organizar los horarios o rangos horarios para levantarse y también para acostarse en tiempos que no varíen mucho de lo habitual para que luego no se te haga difícil retomar el ritmo.

Organiza actividades, temas o pasatiempos, que puedas hacer solo o con otras personas, de manera presencial con quienes estén en tu casa, o de manera virtual con quienes no viven contigo. Si puedes agendar algunas cosas, mejor. Así te puedes organizar, ya que lo predecible siempre ayuda a bajar la ansiedad.

Intenta fomentar algún talento, interés o algo que hayas querido realizar pero no habías tenido el tiempo suficiente, como dibujar, aprender a tocar algún instrumento musical, leer, bailar, jardinear, escribir, etc. El reconocer qué cosas te conectan con el bienestar y darles un lugar de relevancia en tu día a día te ayudará a mantener tu emocionalidad en un mejor estado.

Incluye actividades que te ayuden a regular la ansiedad, como la meditación o el ejercicio. Esto se debe a que hay emociones que requieren ser neutralizadas y otras que es importante canalizar. Revisa que es lo más adecuado en tu caso, y busca un momento para practicarlo.

Mantén contacto con la gente que quieres, amigos o familia, utiliza medios virtuales para conectarte con ellos, conversar o pasar un rato agradable. Recuerda que la distancia física no tiene que ser sinónimo de distancia emocional.

Que este tiempo te sirva para descansar, afianzar lazos con quienes quieres, reforzar tu bienestar psicológico, y desde casa cuidarte y apoyar al cuidado de otros, y porque no decirlo, proteger la vida de muchas personas teniendo siempre presente que acá nadie sobra.