Ética y coronavirus
Me permito complementar la carta del Dr. Carlos Pérez, publicada ayer, con algunas consideraciones éticas relacionadas con la epidemia de coronavirus.
En primer lugar, están aquellas relacionadas con las restricciones a las libertades individuales, puesto que ha sido necesario establecer estrictas medidas de cuarentena. Estas son adecuadas para proteger la vida y salud de otras personas, pero deben implementarse sin vulnerar el derecho a la privacidad y a la dignidad inherente a todo ser humano.
Otro aspecto se refiere a la necesidad de transparencia en las cifras de contagiados, enfermos y fallecidos, las que deben estar disponibles para los ciudadanos y profesionales sanitarios, de tal modo que puedan tomarse los resguardos necesarios; en este aspecto, los rumores de ocultamiento de datos y amedrentamiento a los médicos que reportaron los primeros casos solo contribuyen a generar más temor.
En tercer lugar, podemos mencionar el deber de atención a los pacientes, aún a riesgo de la propia vida.
Por último, es de interés reflexionar bajo qué condiciones se debe autorizar investigar en nuevas vacunas y tratamientos que nunca antes han sido probados en humanos.
Esperamos que con la experiencia ganada con el manejo de anteriores epidemias —como las de ébola y zika— se logre avanzar antes que la epidemia de convierta en pandemia.