En su carta de este domingo, el Dr. Koppmann realiza una importante reflexión respecto de la medicina al final de la vida, en la cual termina señalando que espera que estos cuidados tengan en consideración el «respeto por mi autonomía individual expresada de manera libre, informada, reflexiva y sostenida en el tiempo».
Junto con compartir la necesidad de respetar la autonomía del paciente en todo momento del cuidado médico, quisiera enfatizar que para que esto se cumpla, la persona enferma y su familia -si así lo prefiere el paciente- deben estar correctamente informados. Para esto se requiere que los profesionales sanitarios se tomen el tiempo necesario para llegar a conocer realmente a su paciente, con sus creencias y valores, y que usen el lenguaje apropiado para discutir con ellos los distintos cursos de acción, de tal modo que el paciente tome una decisión plenamente informada.
Para lograr esta comunicación adecuada, que incluye el uso apropiado del lenguaje más correcto para el contexto de la persona enferma, los médicos requieren pasar más tiempo con sus pacientes, lo que suele ser un recurso cada vez más escaso.